viernes, 23 de julio de 2010

LAS SERPIENTES Y YO

Hay veces que uno tiene presentimientos en determinados ocasiones que preludian lo que va a pasar… yo a ellos sumo sueños. Cuando algo va mal o va a ir mal las serpientes colman mis pensamientos oníricos, aparecen una y otra vez. Noto como las culebras rectan por mis piernas y sobre mis pies, y una gran boa comienza a rodearme. Siento como su piel roza la mía, como me rodea y aprieta hasta exprimir el aire que queda en mi cuerpo, y los latidos de mi corazón se disparan en un estado de ansiedad que acaba provocando que me despierte empapada en sudor y con un mal augurio sobre lo que va a pasar. Y eso me sucedió este año con la oposición, había algo extraño, y ocurrió. Sin duda no era mi año. Las serpientes ya se van, aunque me han dejado todo su veneno de recuerdo… nada que no tenga solución, ya que siempre guardo un antídoto de reserva. Afortunadamente, ellas no se acordaron de algunos buenos amigos, que sé que eran merecedores de laureles áureos en estas tensas pruebas.
Por desgracia sí se acordaron de mí, y espero que nunca más vuelvan a visitarme.

2 comentarios:

  1. Las serpientes son unas cabronas, pero yo sé que sólo fue una mala racha, ya verás como todo va a salir bien.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Pablo, a ver si es verdad y no me las vuelvo a cruzar ;). Un beso.

    ResponderEliminar