Tengo 39 años recién cumplidos, siempre
he pensado que sería madre alguna vez.
No es ni mucho menos que no haya
tenido parejas, todo lo contrario, pero…Mi actual pareja no quiere tener hijos,
y no hay más que discutir… yo no puedo obligar a nadie a adoptar un compromiso
que no quiere.
Y en este punto de inflexión
estoy anclada, estoy en el descuento en cuanto a fertilidad se refiere… ¿debo
conformarme y seguir como si nada?, esto no tiene marcha atrás, es una decisión
irreversible.
Es gracioso, pero no hace mucho
leí como una mujer en mi situación tuvo que tomar la decisión y por amor
decidió no tener hijos… Años más tarde cuando ella ya no tenía solución él se
marchó con una mujer que sí podía tenerlos, más joven, y formaron una feliz
familia… y ella, la que se sacrificó por amor se quedó sola, sin nada salvo sí
misma, como un trasto viejo desechado. Porque él quería hijos propios, porque
ni siquiera se planteó el adoptar juntos, porque al fin y al cabo él no dejaba
de ser un egoísta impresentable cuya única prioridad en la vida era su pene. No
deja de tener cierta gracia determinista que yo me encontrase este testimonio,
¿será algo premonitorio?, no sé, no creo mucho en estas cosas pero, quizás,
quién sabe.
Yo no quiero ser un trasto viejo,
no quiero que dentro de cinco años me dejen abandonada en un basurero por ser
yerma, me niego.
Hay que ver qué cosas nos
preocupan a las casi cuarentonas, al fin y al cabo también tenemos parte
biológica y nos preocupa. Supongo que se me pasará la preocupación, o no, o
quizás sea mi carga en los próximos cinco años. Yo que sé, o quizás es que aún
todo tiene que cambiar.